Un lugar lejano | Drama | 90”

Director: Alberto Lecchi
Elenco: Ernesto Alterio, Soledad VIllamil
Produce: Twins Latin Films (Argentina)
Co Producen: Filmakers Monkeys (España) - Rizoma Films (Chile)
Fecha estimada de rodaje: Mayo-Junio 2025

Festiva Internacional de Cine de Guadalajara 2024:
Selección Encuentro de Coproducción
Premio BDC de Coproducción con México
Iberseries & Platino Industria 2024:
Selección Foro de Coproducción y Financiación

Storyline
Un prestigioso concertista de piano y una profesora de historia que fueron novios en la juventud se reencuentran y deciden darse una nueva oportunidad. Poco tiempo después, el músico se muestra errático y desinhibido. El diagnostico es demencia frontotemporal, una enfermedad que poco a poco le va robando la personalidad. Durante el último periodo de lucidez, viven a pleno el amor y forma a un joven pianista para despedirse de la música como jamás imaginó. 


Storyline
A prestigious concert pianist and a history teacher, who were lovers in their youth, reunite and decide to give their relationship another chance. Shortly after, the musician begins to act erratically and uninhibited. The diagnosis is frontotemporal dementia, a disease that slowly robs him of his personality. During his final period of lucidity, they fully embrace their love, and he mentors a young pianist to bid farewell to music in a way he never imagined.

Sinópsis

Marcos Sandoval es un prestigioso pianista argentino que vive hace décadas en España. Por su pasión ha renunciado a su familia y al amor. Marcos siente que se ha quedado solo con su éxito. Está pensando en retirarse y en componer una sonata para despedirse de los escenarios.

Esta decisión se acelera cuando en un concierto se reencuentra con Ana, un antiguo amor de su juventud. Marcos siente que es el momento de vivir el amor como nunca antes. Ana es profesora de historia, se dedicó a lo que amaba y alcanzó lo que se propuso salvo en lo afectivo. Siente que esta oportunidad es algo que la vida le debía.

Se instalan juntos en el lujoso piso de Marcos, pero al tiempo de convivencia Marcos comienza a comportarse de manera errática y desinhibida. El diagnóstico es demencia frontotemporal, un trastorno que afecta la personalidad. De a poco Marcos dejará de ser él mismo.

Marcos provoca un accidente de tránsito y pierde gran parte de su fortuna. Junto a Ana regresan a la Argentina para empezar de nuevo. En su país se reencuentra con Ramiro, su hijo al que vio 30 veces en 30 años. Mientras lucha contra su enfermedad y avanza en la sonata, conoce a Augusto, un joven y virtuoso pianista callejero a quien comienza a formar.

Sostenido por la vehemencia y fuerza de Ana por vivir este amor y hacer que cada segundo de lucidez valga la pena, Marcos se despedirá de la música como jamás imaginó.

Ernesto Alterio es Marcos

Soledad Villamil es Ana

Nota del director

“Un lugar lejano”, es una historia sobre las oportunidades. Mientras la demencia frontotemporal nos ocupa y se hace explicita en la superficie, en las diferentes capas que subyacen, el universo de personajes es atravesado por temas universales.

Marcos y Ana han vivido mucho, se han entregado cada uno a su pasión y eso los llevó a fracasar en el amor. Ahora es tiempo, quieren vivir juntos una chance que podría ser la última. Algo se abandona, algo vuelve a empezar y nace una oportunidad. Lo mismo sucede con los personajes de la historia. La demencia implosiona y separa, dinamita, pero al final es también una oportunidad para el reencuentro y para que renazca el cariño, la verdad y el legado.

Y en medio del dolor y las oportunidades, la música. Su potencia y su presencia permanente es el elemento que amalgama las piezas y le sigue dando oxígeno a nuestro protagonista. Si en “Un lugar lejano”, el amor nos demuestra que siempre hay una chance más, la música afirma que no se puede vivir sin pasión.

Como director encontré en "Un lugar lejano" una oportunidad para contar una historia por momentos desgarradora y emotiva, por momentos tierna e inteligente y por momentos graciosa, con ese humor que puede hacerse presente aún en el ojo de la tormenta.

Alberto Lecchi, director

  • En el primer acto todo es brillante, todo es felicidad y romanticismo. Marcos y Ana se  reencuentran después de décadas, renace el amor y se casan. Se van a vivir junto al amplio y categórico departamento del pianista. Aquí la cámara es un testigo más de esa felicidad y casi no participa activamente. Cuenta lo que ve, de manera más bien contemplativa y clásica tanto desde sus movimientos como desde los encuadres. Acerca al espectador a la vida y la acción de los personajes pero más bien desde “afuera”.

    La iluminación acompaña esta cuestión formal y clásica. Lo que viven los personajes es vital y pleno y así es la luz que entra por los grandes ventanales o acompaña a Marcos en sus sesiones de running por calles y plazas. Todo se ve hasta el infinito, todo está en foco, porque los personajes lo están. Las geografías, los escenarios y decorados son amplios y no limitan a los personajes en sus movimientos. Allí pueden ensayar, bailar, comer, hacer el amor. En gran parte del primer acto, los escenarios dan la sensación de plenitud y libertad. En estos espacios los ensayos de Marcos se vuelven categóricos y desatados, acompañando su talento y pasión. El piano de cola es justamente el elemento que marca la majestuosidad y grandeza que viven los personajes en este primer acto.

  • El segundo acto está marcado por la aparición de la enfermedad y el diagnóstico. Los síntomas que comienza a manifestar Marcos ponen en jaque la relación con Augusto, su alumno, y su situación económica. Marcos es responsable de un accidente automovilístico y pierde gran parte de su fortuna, incluido su departamento y su piano de cola. Aun así, sigue ensayando, intentando encontrar los caminos en un pequeño piano de estudio en casa de Ana. En este acto domina la bronca, la impotencia, el hecho de no tener las herramientas para enfrentar semejante desafío. Los ensayos de Marcos se vuelven brutales y hasta violentos, como su vínculo con todo lo que lo rodea y con él mismo. Aquí la cámara intentará “meterse” en la cabeza de Marcos, en su patología y en las arenas movedizas donde transitan Ana y los demás personajes. Todo gira alrededor de Marcos y la inestabilidad estará también dada desde la posición de la cámara, desde el uso de las focales y desde los encuadres.

    Vinculados a estos puntos de vista que sugieren inestabilidad se suma un nuevo elemento: El montaje. Desde este segundo acto el montaje sumado a la música nos dará esa idea de cuerda floja donde están los personajes. Marcos se vuelve impredecible, irascible e indiferente por momentos, mientras que en otros, sus espacios de lucidez permiten ver al personaje real, al que conocimos al comienzo. Los distintos usos de focales, largas para aplastar al personaje contra sus espacios o cortas para darle aire y los encuadres con acercamientos y alejamientos buscando la misma intención, otorgan la armonía entre comodidad e incomodidad que se busca generar en el espectador. Esos vaivenes emocionales en el espectador son los mismos que experimentan los personajes.

    La luz en este acto se va transformando, lo que antes era brillante y claro se vuelve claroscuro, sin llegar a ser penumbras pero sí en una clave más baja. El mundo gris en el que inevitablemente caen los personajes se vuelca al tratamiento de la imagen. En relación a los espacios, prima el pequeño departamento de Ana al que se ven obligados a mudarse. Con ambientes más chicos, la opresión y la idea de encierro que va sintiendo Marcos se hace latente, aunque siempre estará allí Ana para rescatarlo. Como en la demencia, no todo es blanco o negro, también dentro de la inestabilidad hay pequeños momentos de amor, de ternura y hasta de humor. La cámara, el montaje y la luz estarán allí para marcarlos y separarlos del resto en este segundo acto.

  • El tercer acto está marcado por la transformación total de Marcos y, aunque la enfermedad termina por precipitarse, encuentra algo de paz en poder regalarle su música a su alumno. Este regalo, este legado, será la forma que encuentra Marcos para vencer la enfermedad y su despersonalización. Del otro lado Ana, su incondicional, juntos descubrirán que lo que han vivido nadie se los podrá quitar y que algún día volverán a estar juntos para tener revancha. 

    Este tercer acto está marcado estéticamente por la música. La música que ha venido (justamente) en un in crescendo, encuentra aquí su punto culmine con la despedida de Marcos y el inicio musical de Augusto, su alumno. Los últimos ensayos de Marcos para darle forma a su trabajo final son la mezcla de locura, pasión y talento. Allí, es esos momentos que brotan cada vez con más fuerza hasta llegar al clímax, la cámara está más cerca, es cada vez más cómplice y más que nunca es el nexo emocional entre personaje/música/espectador.

    La luz vuelve a ser natural, y si bien no llega a ser del todo brillante, sí está más cerca del triunfo porque, más allá de que la enfermedad termina por vencer, es la forma en la que Marcos, Ana y Augusto dan batalla lo que nos da esperanza. En ese concepto, la esperanza, es donde también se apoya el tratamiento visual y lumínico. Lo mismo sucede con Augusto, los últimos momentos que pasa junto a su maestro serán los más felices y tanto la cámara como la luz acompañaran esta despedida que se vuelve herencia y legado.

    En cuanto a los espacios, se amplían nuevamente representados por dos lugares muy puntuales: El gran teatro adonde volverá Marcos para despedirse de su público y el parque donde encontrará la paz. Uno y otro son grandes, abiertos y marcan esa liberación necesaria para el personaje principal.

  • Compuesta principalmente por exponentes clásicos, románticos o post románticos (Chopin y Rajmáninov, entre otros), la música es el corazón de la historia. No solo porque el protagonista es un eximio concertista de piano, sino porque su función narrativa está absolutamente enraizada con lo que el personaje decide, vive y experimenta. La sonata de despedida que compone Sandoval es el hilo que vincula su cordura y su locura, su pasión y su indiferencia, su luz y su oscuridad. La música lo lleva alto y lo hunde, le acerca el amor y la amistad y lo aleja de todo. Es la música la que por fin le permite volver a ser el que siempre fue antes del final y es lo que deja como única y enorme herencia.

Status: Desarrollo Avanzado
Idioma original: Español
Guión: Gerardo Pranteda
Dirección: Alberto Lecchi
Director de fotografía: Sergio Armstrong
Directora de arte: Clara Notari
Directoras de casting: Katia Szechtman, Mariana Mitre
Directora de sonido: Inés Almirón
Música original: Nicolás Sorín
Montaje: Andrea Chignoli
Elenco confirmado Ernesto Alterio, Soledad Villamil, Clemente Rodriguez
Productores: Lorena Quevedo, Pablo Di Patrizio
Productores ejecutivos: Lorena Quevedo, Pablo Di Patrizio, Néstor López, Pilar Sancho, Sebastián Freund
Productora: Twins Latin Films (Argentina)
Co productoras: Filmakers Monkeys (España), Rizoma Films (Chile)
Países: Argentina - España - Chile

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